Las profundas transformaciones producidas por el proceso de reforma universitaria tuvieron el propósito de impulsar la democratización interna y externa de la universidad. Se eliminó la prueba de ingreso a este plantel y se implementaron institutos tecnológicos en los principales centros productivos del país. Asimismo, implicaron la modernización administrativa y financiera del plantel, además del perfeccionamiento docente. El Estatuto Orgánico promulgado en 1971 fue impulsado por los estudiantes y reflejó el nuevo rol de la universidad, crítica y comprometida con los cambios que la sociedad requería. El líder de este proceso fue Enrique Kirberg Baltiansky, primer rector electo por claustro pleno en la UTE. Fue reelecto en dos oportunidades, hasta el término de su gestión en septiembre de 1973.